Letra de Otro Ma�ana - Bocanada
Letra de canci�n de Otro Ma�ana de Bocanada lyrics
He vuelto molido de seguir al caracol,
de caerme del guindo por ir a arroparle al sol,
de echar en cestas de mimbre cataratas de sudor.
Ya tengo la cena, que el cuco al fin se rindi�,
y pu�ados de arena para rellenar el reloj
que tumbamos cada noche pero nunca se par�
y amartilla la pistola de la desesperaci�n,
no perdona cuando pierdo la raz�n.
Dime que habr� otro ma�ana
en que la fragua no se apagar�,
que nos quedan balas para no echarnos atr�s.
Dime que habr� otro ma�ana,
que a�n nos quedan ganas de echar a volar
dentro de esta jaula forjada de libertad.
He vuelto sediento de hacer charcos de serr�n,
https://www.coveralia.com/letras/otro-manana-bocanada.php
de aljibes tan secos sin cielo al que maldecir,
de la playa donde varan los sue�os sin conseguir.
Se hart� la veleta de no poder decidir,
del socav�n la carreeta, como del fuego el badil
de la le�a que se empe�a en resistir.
Dime que habr� otro ma�ana
en que la fragua no se apagar�,
que nos quedan balas para no echarnos atr�s.
Dime que habr� otro ma�ana,
que a�n nos quedan ganas de echar a volar
dentro de esta jaula forjada de libertad.
Vuelvo de querer hacerle al sauce re�r,
de quitar akbero que mata el jard�n,
de abrir el chiquero que ahora me toca embestir.
de caerme del guindo por ir a arroparle al sol,
de echar en cestas de mimbre cataratas de sudor.
Ya tengo la cena, que el cuco al fin se rindi�,
y pu�ados de arena para rellenar el reloj
que tumbamos cada noche pero nunca se par�
y amartilla la pistola de la desesperaci�n,
no perdona cuando pierdo la raz�n.
Dime que habr� otro ma�ana
en que la fragua no se apagar�,
que nos quedan balas para no echarnos atr�s.
Dime que habr� otro ma�ana,
que a�n nos quedan ganas de echar a volar
dentro de esta jaula forjada de libertad.
He vuelto sediento de hacer charcos de serr�n,
https://www.coveralia.com/letras/otro-manana-bocanada.php
de aljibes tan secos sin cielo al que maldecir,
de la playa donde varan los sue�os sin conseguir.
Se hart� la veleta de no poder decidir,
del socav�n la carreeta, como del fuego el badil
de la le�a que se empe�a en resistir.
Dime que habr� otro ma�ana
en que la fragua no se apagar�,
que nos quedan balas para no echarnos atr�s.
Dime que habr� otro ma�ana,
que a�n nos quedan ganas de echar a volar
dentro de esta jaula forjada de libertad.
Vuelvo de querer hacerle al sauce re�r,
de quitar akbero que mata el jard�n,
de abrir el chiquero que ahora me toca embestir.