Letra de La Huida - Ismael Serrano
Letra de canci�n de La Huida de Ismael Serrano lyrics
Ella tiene quince primaveras, pocas mentiras que contar,
dos pendientes de primero y a�n no ha visto el mar.
Mientras lo espera sobre la acera, se derrumba el mundo.
�l tiene dieciseis agostos y una nube que rob�,
y versos de Extremoduro volando en la habitaci�n.
Mientras la sue�a copia un poema que luego har� suyo.
Y como cada tarde, la ciudad se detiene en el instante
en el que �l la pasa a recoger.
"�Qu� tal en clase?". "Llegaste tarde". "No me ri�as, ven".
Y ella aprieta contra el pecho la carpeta, y en el cielo
an�monas de humo, antenas de coral.
"Si quieres, mi vida, te rapto yo un d�a y te llevo a ver el mar".
Una tarde como otra cualquiera �l la pasar� a buscar
con el alma en un pa�uelo, con el coche de pap�.
"Sube al barco, ni�a. �sta es la huida que te promet�".
Ojal� que tengan suerte, tal y como lo so�amos,
y al para�so les lleva a la Nacional 4.
"Amor, �por qu� lloras? �Qu� es lo que te pasa?" "Ser� que soy feliz".
Y nada m�s pasar Despe�aperros se les echa encima el sue�o
y las ganas de compartir sudores.
"Paro y nos dormimos". Fuera queda el frio con la oscura noche.
Al rato, el coche queda lleno de vahos y de vuelos,
en playas infinitas, carretera sin fin.
https://www.coveralia.com/letras/la-huida-ismael-serrano.php
Arenas desiertas, mil atardeceres que acaban en ti.
No ser� la luz del alba lo que los despertar�,
ni una gran ola rugiendo, no ser� el olor a sal:
una pareja de picoletos peg�ndoles voces.
Como el cristal de los sue�os, de camino al cuartelillo.
Se han quebrado un par de vidas entre broncas y gritos.
�A qui�n se le ocurre? Se deshace una nube y una ola se rompe.
Y ya de vuelta a la ciudad, donde nunca sabe a sal,
la piel y la lluvia, que a veces te besa,
se van para casa, escuchan aullidos, golpes que no cesan.
Los viejos les prohibieron la salida, el tiempo fue arando sus vidas,
quemando poemas, carretera sin fin.
De vuelta hacia casa mil atardeceres que acaban sin ti.
La ciudad se sigui� derrumbando, en la acera mientras tanto
an�monas de humo, antenas de coral.
�l se pierde en la bruma, ella s�lo recuerda cuando mira el mar.
Le asalta la duda de estar viva y recuerda alguna huida
cuando a�n no sab�a mentir.
"Amor, �por qu� lloras? �Qu� es lo que te pasa?" "Ser� que soy feliz".
dos pendientes de primero y a�n no ha visto el mar.
Mientras lo espera sobre la acera, se derrumba el mundo.
�l tiene dieciseis agostos y una nube que rob�,
y versos de Extremoduro volando en la habitaci�n.
Mientras la sue�a copia un poema que luego har� suyo.
Y como cada tarde, la ciudad se detiene en el instante
en el que �l la pasa a recoger.
"�Qu� tal en clase?". "Llegaste tarde". "No me ri�as, ven".
Y ella aprieta contra el pecho la carpeta, y en el cielo
an�monas de humo, antenas de coral.
"Si quieres, mi vida, te rapto yo un d�a y te llevo a ver el mar".
Una tarde como otra cualquiera �l la pasar� a buscar
con el alma en un pa�uelo, con el coche de pap�.
"Sube al barco, ni�a. �sta es la huida que te promet�".
Ojal� que tengan suerte, tal y como lo so�amos,
y al para�so les lleva a la Nacional 4.
"Amor, �por qu� lloras? �Qu� es lo que te pasa?" "Ser� que soy feliz".
Y nada m�s pasar Despe�aperros se les echa encima el sue�o
y las ganas de compartir sudores.
"Paro y nos dormimos". Fuera queda el frio con la oscura noche.
Al rato, el coche queda lleno de vahos y de vuelos,
en playas infinitas, carretera sin fin.
https://www.coveralia.com/letras/la-huida-ismael-serrano.php
Arenas desiertas, mil atardeceres que acaban en ti.
No ser� la luz del alba lo que los despertar�,
ni una gran ola rugiendo, no ser� el olor a sal:
una pareja de picoletos peg�ndoles voces.
Como el cristal de los sue�os, de camino al cuartelillo.
Se han quebrado un par de vidas entre broncas y gritos.
�A qui�n se le ocurre? Se deshace una nube y una ola se rompe.
Y ya de vuelta a la ciudad, donde nunca sabe a sal,
la piel y la lluvia, que a veces te besa,
se van para casa, escuchan aullidos, golpes que no cesan.
Los viejos les prohibieron la salida, el tiempo fue arando sus vidas,
quemando poemas, carretera sin fin.
De vuelta hacia casa mil atardeceres que acaban sin ti.
La ciudad se sigui� derrumbando, en la acera mientras tanto
an�monas de humo, antenas de coral.
�l se pierde en la bruma, ella s�lo recuerda cuando mira el mar.
Le asalta la duda de estar viva y recuerda alguna huida
cuando a�n no sab�a mentir.
"Amor, �por qu� lloras? �Qu� es lo que te pasa?" "Ser� que soy feliz".
