Letra de Desde El Otro Lado (con Arma blanca) - Nach
Letra de canci�n de Desde El Otro Lado (con Arma blanca) de Nach lyrics
Siento mi coraz�n latir, soy un alma sin cuerpo.
Soy un triste recuerdo, olvidado el rencor eterno.
D�a y noche vagando sin rumbo, buscando calma .
Aqu� comienza el ritual, mi esp�ritu es la voz que salva. La sombra que alumbra mi tumba es mi juventud, aquellos golpes en mi sien retumban bajo �sta cruz. Mis sue�os son sangre y est�n ti�endo mi vida, est�n ci�endo �sta soga a mi cuello, es mortal herida.
Mis manos intentan tocarte, pero se pierden en el vacio de mi triste muerte, en otro espacio. Soy energ�a cegada por rabia, soy s�lo histeria, magia convertida en tragedia, odio y miseria. Soy materia que se pudre entre m�rmol, flores y cruces, la historia de cuando amanece y t� ya no reluces. Olvidado en el tiempo, tiempo cruel que me encerr�, bajo estatuas de hierro; no por error, fue mi destierro.
Si miras en mi tumba, podr�s sentir mi aura. La magia, la dulzura de mi gris nostalgia en mi sepultura. Cadenas en mis pies te dan alcance, l�tigos en mi piel. Comienza el trance, es como un c�ncer. Dancen al son de mis lamentos y mis miedos, esc�chenme llorar a solas en �ste desierto. En el and�n de la estaci�n del bien vivo esperando un expreso hacia mi �ltimo ed�n y un 'memorando'.
Puedes escuchar la voz en tu interior desde el otro lado, fui desterrado al submundo de los condenados, aislado de seres queridos. Mi realidad es un relato, sometido al olvido bajo una l�pida.
La oscuridad me tiene preso en �sta fosa, desde que mi nombre qued� impreso en esa losa. Mi cuerpo reposa, mientras mi alma vaga sin encontrar la calma en �ste campo de lirios y rosas.
S�lo recuerdo aquel momento, el d�a de mi ejecuci�n; la vida pas� fugaz ante m� en el pared�n. El dolor de una infancia en guerra que encierra desgracia. Cuatro disparos, pero soy yo el tiro de gracia. Mis constantes vitales bajaron, mientras mis venas se vaciaron en tierra ausente de democracia. El f�n de mi existencia fue una condena, en una caja de pino a medida para una despedida eterna.
Una escena de p�nico y pena fue al despertar, dentro de un f�retro, herido entre un silencio espectral. El ox�geno me abandonaba, caminaba sin aliento hacia el monte de las �nimas. No, no quiero ser pasto de insectos. Puedes ver mis u�as arrancadas, marcadas en la tapa. Intento in�til de escapar de la muerte que all� reinaba. 'Ayudadme, por favor' gritaba sin soluci�n. Enterrado vivo es el motivo por el que hoy pido mi exhumaci�n.
Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida. Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida.
Ella me hizo una promesa incumplida de una vida.
El sol me fue vedado, la luna y las estrellas prohibidas. D�rmelo todo fue el producto de pasi�n insostenida, m�s tarde, rob�rmelo, oculto instinto homicida. Ilusiones perdidas, sue�os de gloria hechos pedazos a causa de mierda ingerida durante el embarazo. Yo s�lo le ped� abrazos y me ofreci� su desprecio; el vicio era su ocio, por ello pagu� un alto precio.
https://www.coveralia.com/letras/desde-el-otro-lado--con-arma-blanca--nach.php
Sin previo juicio condenado al siglo eterno entre dos mundos, donde vago sin rumbo entre el cielo y el infierno. Sin veranos ni inviernos, con un dilema interno. Desde ayer no pienso en nada m�s que no sea ver su cuerpo moribundo. No vi la luz ni un segundo, es tanto lo que imagino. Ten�a derecho a regalarme un futuro, no un destino.
Mi camino mengu� en un episodio, el amor negado me trajo a �ste lado donde me he llenado de odio.
�Qui�n te dio derecho a decidir mi suerte?. �Hay raz�n tan fuerte, para que antes de nacer, te condenen a muerte?.
Tras aquel cuerpo inerte, qued� un esp�ritu vivo. Veo c�mo malgastas lo que me robaste sin motivo. Yo pido justicia ciega para t�, que una sobred�sis de lo que me trajo aqu� te haga estar junto a m�. Pido un justo f�n de tus d�as all� donde no fui. Verte morir poco cambiar�a, pero me har�a fel�z.
No pude esquivar el impacto frontal y mortal, no puedo escapar de un repentino destino fatal. Lleg� el final de mis d�as como una punzada, y tras tres vueltas de campana, atraves� la ventana. Desangrado en la calzada, visi�n de mi propio entierro, veo a la muerte vestida de negro. Me aferro a mi esperanza, pero mis fuerzas no alcanzan para respirar, y tanta a�oranza me hace delirar.
Testigo de mi propio holocausto con s�lo treinta, moribundo y exhausto en una autopista desierta. Mi mente a�n despierta, dice que aguante, pero mi cuerpo agonizante vive su �ltimo instante. Trepidante sensaci�n mientras elijo una oraci�n, dudo si Dios es tan s�lo una ilusi�n.
Desesperado y sin tiempo para una m�sera l�grima,
escribo mi �ltima p�gina y recuerdo mi infancia en mil�simas.
Me elevo, me veo tirado en el suelo, ya no hay dolor. �ngeles, demonios danzan a mi alrededor. Veo un resplandor fr�o como una roca; choca contra m�, me toca, y una voz invoca en mi interior. Soy la muerte y he venido a llevarte conmigo, �pero que ser� de mi esposa y mi hijo, mis padres y amigos? No mires atr�s y olvida el tormento, a ellos les tocar� y me llevar� su alma cuando llegue el momento. Pero a�n me queda mucho por vivir, mucho por hacer, mucho por amar y sentir, no me puedo ir. �ste ya no es tu mundo, has cruzado al otro lado. Tu hora ha llegado y no la puedes elegir.
Eres injusto y triste, �por qu� eliges a tu gusto?, �por qu� existes?, �por qu� viniste a por m� antes de tiempo sin m�s? Quiero ver otro amanecer y a mi hijo crecer, no desaparecer para no volver jam�s. No hay vuelta atr�s, es tu destino. Naces para morir, ese es tu signo. No hay que perder un segundo, te espera la oscuridad para toda la eternidad. Vendr�s conmigo para ver el mundo.
Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida. Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida.
Soy un triste recuerdo, olvidado el rencor eterno.
D�a y noche vagando sin rumbo, buscando calma .
Aqu� comienza el ritual, mi esp�ritu es la voz que salva. La sombra que alumbra mi tumba es mi juventud, aquellos golpes en mi sien retumban bajo �sta cruz. Mis sue�os son sangre y est�n ti�endo mi vida, est�n ci�endo �sta soga a mi cuello, es mortal herida.
Mis manos intentan tocarte, pero se pierden en el vacio de mi triste muerte, en otro espacio. Soy energ�a cegada por rabia, soy s�lo histeria, magia convertida en tragedia, odio y miseria. Soy materia que se pudre entre m�rmol, flores y cruces, la historia de cuando amanece y t� ya no reluces. Olvidado en el tiempo, tiempo cruel que me encerr�, bajo estatuas de hierro; no por error, fue mi destierro.
Si miras en mi tumba, podr�s sentir mi aura. La magia, la dulzura de mi gris nostalgia en mi sepultura. Cadenas en mis pies te dan alcance, l�tigos en mi piel. Comienza el trance, es como un c�ncer. Dancen al son de mis lamentos y mis miedos, esc�chenme llorar a solas en �ste desierto. En el and�n de la estaci�n del bien vivo esperando un expreso hacia mi �ltimo ed�n y un 'memorando'.
Puedes escuchar la voz en tu interior desde el otro lado, fui desterrado al submundo de los condenados, aislado de seres queridos. Mi realidad es un relato, sometido al olvido bajo una l�pida.
La oscuridad me tiene preso en �sta fosa, desde que mi nombre qued� impreso en esa losa. Mi cuerpo reposa, mientras mi alma vaga sin encontrar la calma en �ste campo de lirios y rosas.
S�lo recuerdo aquel momento, el d�a de mi ejecuci�n; la vida pas� fugaz ante m� en el pared�n. El dolor de una infancia en guerra que encierra desgracia. Cuatro disparos, pero soy yo el tiro de gracia. Mis constantes vitales bajaron, mientras mis venas se vaciaron en tierra ausente de democracia. El f�n de mi existencia fue una condena, en una caja de pino a medida para una despedida eterna.
Una escena de p�nico y pena fue al despertar, dentro de un f�retro, herido entre un silencio espectral. El ox�geno me abandonaba, caminaba sin aliento hacia el monte de las �nimas. No, no quiero ser pasto de insectos. Puedes ver mis u�as arrancadas, marcadas en la tapa. Intento in�til de escapar de la muerte que all� reinaba. 'Ayudadme, por favor' gritaba sin soluci�n. Enterrado vivo es el motivo por el que hoy pido mi exhumaci�n.
Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida. Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida.
Ella me hizo una promesa incumplida de una vida.
El sol me fue vedado, la luna y las estrellas prohibidas. D�rmelo todo fue el producto de pasi�n insostenida, m�s tarde, rob�rmelo, oculto instinto homicida. Ilusiones perdidas, sue�os de gloria hechos pedazos a causa de mierda ingerida durante el embarazo. Yo s�lo le ped� abrazos y me ofreci� su desprecio; el vicio era su ocio, por ello pagu� un alto precio.
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Sin previo juicio condenado al siglo eterno entre dos mundos, donde vago sin rumbo entre el cielo y el infierno. Sin veranos ni inviernos, con un dilema interno. Desde ayer no pienso en nada m�s que no sea ver su cuerpo moribundo. No vi la luz ni un segundo, es tanto lo que imagino. Ten�a derecho a regalarme un futuro, no un destino.
Mi camino mengu� en un episodio, el amor negado me trajo a �ste lado donde me he llenado de odio.
�Qui�n te dio derecho a decidir mi suerte?. �Hay raz�n tan fuerte, para que antes de nacer, te condenen a muerte?.
Tras aquel cuerpo inerte, qued� un esp�ritu vivo. Veo c�mo malgastas lo que me robaste sin motivo. Yo pido justicia ciega para t�, que una sobred�sis de lo que me trajo aqu� te haga estar junto a m�. Pido un justo f�n de tus d�as all� donde no fui. Verte morir poco cambiar�a, pero me har�a fel�z.
No pude esquivar el impacto frontal y mortal, no puedo escapar de un repentino destino fatal. Lleg� el final de mis d�as como una punzada, y tras tres vueltas de campana, atraves� la ventana. Desangrado en la calzada, visi�n de mi propio entierro, veo a la muerte vestida de negro. Me aferro a mi esperanza, pero mis fuerzas no alcanzan para respirar, y tanta a�oranza me hace delirar.
Testigo de mi propio holocausto con s�lo treinta, moribundo y exhausto en una autopista desierta. Mi mente a�n despierta, dice que aguante, pero mi cuerpo agonizante vive su �ltimo instante. Trepidante sensaci�n mientras elijo una oraci�n, dudo si Dios es tan s�lo una ilusi�n.
Desesperado y sin tiempo para una m�sera l�grima,
escribo mi �ltima p�gina y recuerdo mi infancia en mil�simas.
Me elevo, me veo tirado en el suelo, ya no hay dolor. �ngeles, demonios danzan a mi alrededor. Veo un resplandor fr�o como una roca; choca contra m�, me toca, y una voz invoca en mi interior. Soy la muerte y he venido a llevarte conmigo, �pero que ser� de mi esposa y mi hijo, mis padres y amigos? No mires atr�s y olvida el tormento, a ellos les tocar� y me llevar� su alma cuando llegue el momento. Pero a�n me queda mucho por vivir, mucho por hacer, mucho por amar y sentir, no me puedo ir. �ste ya no es tu mundo, has cruzado al otro lado. Tu hora ha llegado y no la puedes elegir.
Eres injusto y triste, �por qu� eliges a tu gusto?, �por qu� existes?, �por qu� viniste a por m� antes de tiempo sin m�s? Quiero ver otro amanecer y a mi hijo crecer, no desaparecer para no volver jam�s. No hay vuelta atr�s, es tu destino. Naces para morir, ese es tu signo. No hay que perder un segundo, te espera la oscuridad para toda la eternidad. Vendr�s conmigo para ver el mundo.
Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida. Desde el otro lado, la muerte es el principio de otra vida. Soy un alma en busca de calma que vaga perdida. Desde el otro lado, la suerte es servida bajo una l�pida. Un d�a m�s, es un d�a menos para la despedida.
