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El título supongo que se refiere al sistema establecido y a las situaciones que nos cuentan, porque vamos hacía tiempo que no escuchaba un disco tan bueno y variado de punk.
En ¡Vaya full! nos encontramos con temas más que moviditos y resultones, y con unos estribillos que lograrán taladrarte la mente. Destacaría las guitarras, los coros y la rapidez que impera durante toda la grabación. Además la ironía se palpa a cada paso y consiguen que cuando te quieras dar cuenta la historia ya se haya terminado. La consecuencia inmediata es que por inercia te veas en la necesidad de volver a escuchar el disco.
Abren con "Lekitxo Bizirik", un tema en euskera que ya nos da una idea de lo que nos vamos a encontrar, a pesar de que desde el principio muestran sus cartas después siempre van tirándose faroles capaces de hacer perder un montón de dinero hasta al mejor jugador. Luego tenemos "Es el punk", con un ritmo que causa vértigo y que suena muy potente.
"E.H." cambia un poco las tornas, para centrarse en el tema de Euskal Herria, con unos ritmos ska gracias a las colaboraciones a los coros y con saxo, trompeta y trombón incluidos. Un tema con aires fiesteros que es capaz de resucitar a los muertos.
También se acompañan de los vientos en "Burruak Dio", un corte melódico y muy bien ejecutado.
Y Txapelpunk siguen sorprendiéndonos con varias historias un tanto divertidas en las que se centran en el amor, pero desde un punto de vista más que original. Muestra de ello son "Besos de Kubata", o "Primera vez", en la que se refieren a la ocasión en la que se iniciaron en los asuntos carnales, con unos ritmos que recuerdan al punk americano.
"Loko Kuerdo" es genial, con una letra de esas que hay que escuchar, y con un estribillo que te atrapa. "Fatxa" también es todo un cañón, aliñado con la voz de Hodei, y dispuesto a disparar sin ningún remilgo.
"Mi vida es un show" es el más claro ejemplo de que cuando un tema te atrapa es difícil quitárselo de la cabeza.
En medio de toda esta vorágine y pluralidad está "Juantxo Billa", que comienza a modo de corrido mexicano para luego ir acelerando. Para la ocasión contribuyen la trompeta de Ibon y la guitarra acústica de Keu Agitrretxea.
Y ya por último "Tus tús", en el que la historia que nos cuentan nos embriaga para mostrarnos cómo se puede pasar del amor al maltrato, envolviendo con su mensaje con optimismo y con la idea de que hay luchar por volver a sonreír.
Este disco de Txapelpunk es un full de ases, aunque juegan con ventaja porque seguro que saben que la partida la tienen ganada.