Mercedes Sosa, (San Miguel de Tucumán, 9 de julio de 1935 – Buenos Aires, 4 de octubre de 2009) conocida como La Negra Sosa o La Voz de América, fue una cantante de música folclórica argentina reconocida en América Latina y Europa. Considerada como la principal cantante de Argentina. Fundadora del Movimiento del Nuevo Cancionero y exponente mayor de la Nueva Canción latinoamericana. Incursionó en otros géneros como el tango, el rock y el pop. Se definía a sí misma como "cantora" antes que "cantante", en lo que fue una distinción fundamental de la nueva canción latinoamericana de la que ella fue una de las iniciadoras: "cantante es el que puede y cantor el que debe" (Facundo Cabral). Ese ideal fue expresado por Mercedes Sosa en los títulos de sus álbumes como Canciones con fundamento y Yo no canto por cantar.
Entre las obras con que se ha destacado en el cancionero latinoamericano se encuentran Canción con todos, Alfonsina y el mar, Gracias a la vida, Como la cigarra, La maza, Todo cambia y Duerme negrito. Entre sus discos se destacaron Canciones con fundamento (1965), Yo no canto por cantar (1966), Mujeres argentinas (1969), Homenaje a Violeta Parra (1971), Cantata Sudamericana (1972), Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), Mercedes Sosa en Argentina (1982), Alta fidelidad (1997). Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde interpreta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos, y cierra con el himno nacional argentino.
Su infancia y adolescencia en Tucumán
Haydé Mercedes Sosa nació el 9 de julio, día de la Declaración de independencia de la Argentina, en 1935 en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Descendiente de diaguitas, su padre era un obrero de la industria azucarera que trabajaba en el Ingenio Guzmán,
mientras que su madre trabajaba de lavandera para familias más acomodadas. Originariamente sus padres habían acordado nombrarla Marta Mercedes, pero su padre cambió el nombre Marta por Haydeé cuando la registró, poniéndole Haydeé Mercedes. Sin embargo su familia nunca utilizó el nombre legal y siguió llamándola Marta.
A partir de entonces se dedicó al canto, aunque siempre sentía un enorme pánico escénico cuando cantaba en público.
En esa primera época, Mercedes tenía como referentes musicales a Margarita Palacios y a Antonio Tormo, éste último el cantante que masificó la música folklórica en la Argentina a principios la década de 1950. Sus actuaciones se repartían entre actos partidarios del peronismo, el circo de los Hermanos Medina, y la radio, donde cantaba boleros en el conjunto de los Hermanos Herrera, dirigido por Tito Cava.
Mendoza y Montevideo
En 1957 se radicó en Mendoza a raíz de su casamiento con el músico Oscar Matus, con quien tuvo un hijo, Fabián Matus. Matus y Mercedes establecieron una sociedad artística con el poeta y locutor Armando Tejada Gómez que resultaría de gran trascendencia artística y cultural.
Mendoza resultaría uno de los tres lugares entrañables de Mercedes Sosa, junto a Tucumán y Buenos Aires. Allí "se hizo mujer", dijo ella misma, nació su hijo y se formó artísticamente. En su última voluntad pidió que sus cenizas se esparcieran en esos tres lugares. En Mendoza, el lugar elegido fueron los canales de riego de Guaymallén, el mismo lugar donde se arrojaron las cenizas del poeta Armando Tejada Gómez, quien ocupó un lugar decisivo en el arte de Mercedes. Junto a esos tres lugares, Mercedes Sosa también destacaba su afecto especial por Montevideo, donde fue tratada por primera vez como una gran cantante, en una serie de actuaciones que realizó en Radio El Espectador y en Canal 12
Mercedes Sosa comenzó a cantar en una época, en la que el tango de Buenos Aires, que era la música popular por excelencia, estaba siendo alcanzado en popularidad por la música de raíz folklórica, característica de las provincias, en un fenómeno que es conocido como el boom del folklore, producido de la mano de la industrialización del país y la migración de millones de personas del campo a las ciudades y de las provincias hacia Buenos Aires. Este proceso conllevaba transformaciones étnicas y culturales en la población que diferían de las que produjera la inmigración mayoritariamente europea que se produjo entre 1850 y 1930.
En 1962, Mercedes Sosa lanzó su primer álbum, La voz de la zafra (la zafra es la cosecha de caña de azucar, principal producción de Tucumán), grabado el año anterior y producido por RCA. El álbum fue grabado debido a la insistencia de Ben Molar, un músico polifacético vinculado a la música popular de Buenos Aires, quien reconoció el talento de la cantante tucumana y convenció a los directivos del sello RCA para realizar el disco, que sin embargo careció de difusión.
El disco está integrado por ocho canciones de Matus-Tejada Gómez: Los hombres del río, La zafrera, El río y tú, Tropero padre, Nocturna, Zamba de los humildes o La de los humildes, Zamba de la distancia y Selva sola, además de otras cuatro, entre las que se encuentran la guarania Jangadero del misionero Ramón Ayala -quien escribe también la nota de contratapa-, El indio muerto del fronterizo Gerardo López y dos temas con letra de Ben Molar, a pedido de Mercedes Sosa, Recuerdos del Paraguay y Sin saber por qué. La canción Nocturna tiene una significación especial para Mercedes Sosa porque se trata de la canción que simbolizó el amor a primera vista con Oscar Matus ("Tú, junto al amor que nos separa, llenas mi dulce guitarra de oscura distancia... lleva mi voz en tu voz, triste y suave"). El mismo álbum fue luego reeditado bajo el título de Canta Mercedes Sosa.
El álbum anticipaba una línea estética-cultural que sería expresamente formulada al año siguiente con el lanzamiento del Movimiento del Nuevo Cancionero, y que sería sintetizada con el título de su segundo álbum, Canciones con fundamento (1965), segundo disco del sello independiente El Grillo que intentaba consolidar Matus, compuesto -al igual que el primero-, en base a las canciones de Matus-Tejada Gómez.
Movimiento del Nuevo Cancionero
Mercedes Sosa con el poeta mendocino Armando Tejada Gómez, fundamental en su carrera y autor de la letra de muchos de sus grandes éxitos como Canción con todos, Fuego en Anymaná, Zamba azul, Hombre en el tiempo, Triunfo agrario, entre muchas otras.
Artículo principal: Movimiento del Nuevo Cancionero
El 11 de febrero de 1963, desde el Círculo de Periodistas de Mendoza, lanzó el Movimiento del Nuevo Cancionero, junto a su esposo, Armando Tejada Gómez, Tito Francia y otros artistas, que se manifestaría internacionalmente como el Movimiento de la Nueva Canción. Mercedes Sosa se mantendría fiel a lo largo de toda su carrera a los principios artísticos expuestos en el manifiesto fundacional del movimiento:
Mercedes Sosa guiará toda su vida artística por los principios del Nuevo Cancionero, venciendo a menudo arraigados prejuicios artísticos, culturales e ideológicos. De allí proviene la selección rigurosa de sus canciones para que tuvieran un fundamento y un fuerte vínculo con lo popular, la apertura constante a jóvenes autores y formas musicales, el intenso diálogo con el rock nacional, el tango y el pop, así como la dimensión latinoamericana de su arte.
La revelación en Cosquín '65
En 1965 su esposo la deja, quedando sola con su hijo en una situación económica y emocional muy comprometida, que la afectaría de por vida.
Mercedes Sosa se trasladó a Buenos Aires, una ciudad a la que amó y que terminaría considerando suya ("para mí «aquí» es Buenos Aires"). Allí grabó el segundo disco Canciones con fundamento, que al igual que su primer álbum, pasó inadvertido, pero que en el futuro se volvería el disco exponente del Nuevo Cancionero.
Pero fue en ese mismo año de 1965, que Mercedes Sosa alcanzó la consagración popular de manera impensada. Se desarrollaba la quinta edición del Festival Folklórico de Cosquín, que se había convertido en el centro del boom del folklore en Argentina, cuando el músico Jorge Cafrune, por iniciativa propia y en contra de los deseos de los organizadores, hizo subir al escenario a Mercedes Sosa, de entre el público donde se encontraba, presentándola con las siguientes palabras:
Yo me voy a atrever, porque es un atrevimiento lo que voy a hacer ahora, y me voy a recibir un tirón de orejas por la Comisión, pero que le vamos a hacer -siempre he sido así, galopeador contra el viento-. Les voy a ofrecer el canto de una mujer purísima, que no ha tenido oportunidad de darlo y que como les digo, aunque se arme bronca, les voy a dejar con ustedes a una tucumana: Mercedes Sosa.
Jorge Cafrune, Cosquín, enero de 1965.
Mercedes subió al escenario y cantó Canción del derrumbe indio de Fernando Figueredo Iramain, acompañada solo por su bombo.[19] Contrastando con la discriminación política, social y étnica a que fue sometida por las autoridades, el público estalló en aplausos y vivas aún antes de que finalizara la canción, convirtiéndola en la sorpresa del festival.
El éxito de Cosquín le significó de inmediato un ofrecimiento del sello PolyGram para grabar un álbum -su tercero- que salió en 1966 con el título de Yo no canto por cantar, con el que alcanzó una fama que nunca la abandonaría. El disco tiene en su portada un retrato de Carlos Alonso -pintor mendocino adherente al Nuevo Cancionero- e incluye las bellas canciones Zamba para no morir ("Romperá la tarde mi voz...") de Hamlet Lima Quintana y Zamba azul ("Como un limpio amanecer era tu pollera azul...") de Armando Tejada Gómez y Tito Francia. Por esa época lanzó con su voz la obra de los compositores tucumanos Pato Gentilini, el Chivo Valladares y Pepe Núñez, inmortalizando canciones como Tristeza de los Hermanos Núñez.
En 1967, hizo una exitosa gira por los Estados Unidos y Europa. En 1968 lanza Con sabor a Mercedes Sosa con La añera ("cuando se abandona el pago... tira el caballo pa'lante y el alma tira pa'trás") de Arsenio Aguirre y Atahualpa Yupanqui, y Al jardín de la República ("Desde el norte traigo en el alma") de Virgilio Carmona, un tema dedicado a Tucumán su provincia natal, con el que siempre se la identificaría.
En 1970 incluye en su disco El grito de la tierra el tema Canción con todos de Armando Tejada Gómez y César Isella, que ha sido considerado como el himno no oficial de América Latina. En el mismo álbum se incluyen otras dos canciones de gran importancia en su repertorio como Duerme negrito de Atahualpa Yupanqui y La pomeña de Gustavo Leguizamón y Manuel J. Castilla.
Sobre el cambio de década publicó tres discos conceptuales en colaboración con el compositor Ariel Ramírez y el letrista Félix Luna: Mujeres Argentinas (1969), Navidad con Mercedes Sosa (1970) y Cantata Sudamericana (1971), incluyendo en el primero la zamba Alfonsina y el mar y Juana Azurduy. En 1971 grabó un álbum tributo a la cantautora chilena Violeta Parra, incluyendo temas como Gracias a la vida y Volver a los 17.
En 1972 lanza Hasta la victoria, con temas como Balderrama y La arenosa, de Leguizamón y Castilla y Los hermanos de Yupanki.
En 1973 se produce el golpe de estado de Pinochet en Chile y Mercedes Sosa jura no cantar en ese país mientras la dictadura permanezca en el poder. Ese año saca el álbum Traigo un pueblo en mi voz, con temas como Cuando tenga la tierra de Daniel Toro y Ariel Petrocelli, Triunfo agrario de César Isella y Armando Tejada Gómez y Si un hijo quieren de mí de Ariel Ramírez y Juan L. Ortíz.
En 1974 la cantante de protesta estadounidense Joan Baez visita la Argentina y en su recital canta, a dúo con Mercedes Sosa, Gracias a la vida. Ese año Baez había publicado un álbum en español titulado precisamente Gracias a la vida, canción que conoció por la versión de Mercedes, de 1971, y que popularizó entre el público de habla inglesa.
En 1975 graba Te recuerdo Amanda del chileno Víctor Jara, asesinado en su país, incorporándola a Gracias a la vida y publica A que florezca mi pueblo. En 1976 incluye Drume negrita del cubano Bola de nieve en su álbum Mercedes Sosa.
Persecución política
Simpatizante de Perón en su juventud, apoyó las causas de izquierda política a lo largo de su vida, afiliándose al Partido Comunista en la década de 1950. Tras el golpe de estado del 24 de marzo de 1976 fue incluida en las listas negras del régimen militar y sus discos fueran prohibidos.
Mercedes Sosa trató de permanecer en la Argentina pese a las prohibiciones y las amenazas. Pese a ello permaneció en el país hasta que en 1978, en un concierto en La Plata, fue cacheada y detenida en el propio escenario y el público asistente arrestado.
El hecho ha sido relatado por una admiradora llamada como ella Mercedes, que asistío al concierto y dejó el siguiente mensaje en la pagina oficial de Mercedes Sosa poco despues de su muerte:
La única noche que estuve presa fue después de un recital tuyo en La Plata, en el viejo Almacén San José. Te habías entusiasmado y cantado canciones no permitidas, habías abierto las ventanas para que escuchen los que no podían pagar. Estábamos todos eufóricos. Pero llegaron ellos con sus armas, haciendo por fin visible lo que sabíamos que pasaba. Nosotras en fila en el patio, apuntadas, aterradas; vos, tal vez con tu propio miedo, en una oficina donde te hacían escuchar los temas que cantaste, mostrándote tu desobediencia. A las seis de la mañana, consideraron que ya nos habían dado la lección y salimos al sol. ¿Sabés qué? Valió la pena. Si estás cansada, que tu partida sea en paz. Sabremos entender.
Mercedes.
Se exilió en 1979 en París y después en Madrid.
Durante la dictadura militar y mientras se encontraba censurada lanzó varios álbumes, destacándose Mercedes Sosa interpreta a Atahualpa Yupanqui (1977), uno de sus álbumes más logrados, y Serenata para la tierra de uno (1979 ), tomando como mensaje el tema del mismo título de María Elena Walsh: «Porque me duele si me quedo, pero me muero si me voy». También en 1977 Mercedes grabó un simple con dos canciones de Milton Nascimento: Cio da terra con Chico Buarque y San Vicente con Fernando Brant. Inició así la costumbre de incluir canciones brasileñas, una costumbre inhabitual en la música hispanoamericana de ese entonces; algunas de ellas se convertirían en clásicos de su cancionero, como María María, también de Nascimento y Brant que estrenaría al volver a la Argentina en 1982.
En 1981 graba en Francia el álbum A quién doy, con la dirección musical y artística de José Luis Castiñeira de Dios, quien aportó un sonido renovado y un enfoque latinoamericano del repertorio que influiría decisivamente en el canto de Mercedes Sosa desde entonces. El título está tomado de la canción de Julio Lacarra con que se inicia el álbum, referido al exilio ("A quien doy las cuerdas de mi guitarra, para que no suenen tristes a la hora de mi adios"). El álbum incluye otras canciones llenas de tristeza por el exilio, que permanecerán en su repertorio habitual, como La flor azul ("Dile, dile chacarera a esa flor azul, que de noche yo la busco por la Cruz del Sur") de Mario Arnedo Gallo y A. R. Villar, Cuando me acuerdo de mi país ("Cuando me acuerdo de mi pais, me escribo de sal, me atraso de bien, me angustio de tren, me agrieto de mar, me enfermo de andén") del chileno Patricio Manns, y el clasico tango Los mareados ("Esta noche amiga mia, el alcohol nos ha embriagado, que me importa que se rian y nos llamen los mareados") de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo, el primer tango grabado por la cantante. A quien doy fue lanzado en Argentina con un repertorio diferente del original publicado en Francia, ya que la censura no admitió que se difundieran Sueño con serpientes, del cubano Silvio Rodríguez, Fuego en Anymaná de César Isella y Armando Tejada Gómez, ni Gente humilde de Garoto, Vinicius de Moraes y Chico Buarque.
El exilio fue muy doloroso para Mercedes Sosa. Su segundo esposo, Pocho Mazitelli, había muerto el año anterior, en 1978. Ella ha contado que en ese momento llegó a pensar en suicidarse.
Regresó a Argentina en 1982 y realizó una serie de famosos recitales, pero debió volverse a exiliar cuando se enteró que el almirante Carlos Alberto Lacoste preguntó: "¿Quién dio permiso a Mercedes Sosa para estar en mi país?'". Recién podría volver a radicarse en su país en 1984, una vez que la democracia fuera recuperada.
En 1983 participó junto a otros destacados músicos latinoamericanos en el histórico Concierto por la Paz en Centroamérica en solidaridad con el gobierno sandinista de Nicaragua, amenazado en ese momento por las acciones de la Contra sostenida desde Estados Unidos. El concierto fue registrado en un álbum titulado Abril en Nicaragüa, que Mercedes Sosa cierra con Solo le pido a Dios de León Gieco y Cuando tenga la tierra de Daniel Toro y Ariel Petrocelli.
Regreso del exilio
Volvió a la Argentina en febrero de 1982, poco antes de que la dictadura militar se viera obligada a iniciar el traspaso del poder a un gobierno civil, tras la Guerra de Malvinas. En esa ocasión realizó una serie de conciertos históricos a sala repleta en el Teatro Ópera de Buenos Aires, que se convirtieron en un acto cultural contra la dictadura, a la vez que un hecho renovador de la música popular argentina, al incluir temas y músicos provenientes de diferentes corrientes musicales, como el folclore, el tango y el rock nacional.
Fueron trece recitales a sala llena y entre los invitados de los conciertos estuvieron el litoraleño Raúl Barboza, el pianista Ariel Ramírez, el tanguero Rodolfo Mederos, el compositor del rock nacional Charly García, el cantautor del rock León Gieco, el chamamecero Antonio Tarragó Ros. La dirección musical y los arreglos artísticos estuvieron a cargo de José Luis Castiñeira de Dios. Los músicos de soporte de Mercedes Sosa fueron el guitarrista uruguayo Omar Espinoza y el percusionista Domingo Cura. En el recital incluyó dos canciones no folklóricas y una litoraleña, que resultarían emblemáticas de su repertorio: Como la cigarra ("tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando") de María Elena Walsh, Solo le pido a Dios ("solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente") de León Gieco, y María va de Antonio Tarragó Ros. En el repertorio también se incluyó Sueño con serpientes y Años ("El tiempo pasa..."), de los cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés, rigurosamente prohibidos por el régimen militar, en la que fue la primera difusión masiva de esos autores en Argentina. Junto a Charly García interpretó Cuando ya me empiece a quedar solo, en lo que significó un acercamiento histórico del folklore y el rock.
Mercedes Sosa contó que su emoción era tan grande que para poder cantar tuvo que ignorar al público y no mirarlo en ningún momento. La actuación fue registrada en un doble álbum bajo el título Mercedes Sosa en Argentina, que constituyó un éxito de ventas y uno de los discos destacados de la historia musical del país.
En 1983 graba el álbum Como un pajaro libre, título tomado de la canción del mismo nombre de Adela Gleijer y Diana Reches, que incluye entre otros temas Dulce madera cantora de Víctor Heredia y Grito santiagueño de Raúl Carnota.
Recién pudo radicarse en Argentina luego de recuperada la democracia el 10 de diciembre de 1983. Se mostró comprometida con las luchas por los derechos humanos y la preservación del régimen democrático. En los años siguientes se mostraría cercana a los presidentes Raúl Alfonsín (1983-1989), Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner, y mantendría distancia con el presidente Carlos Menem (1989-1999).
En 1984 lanzó el álbum ¿Será posible el Sur?, donde incluye canciones de gran impacto político, cultural y artístico, como Todavia cantamos de Víctor Heredia, Todo cambia del chileno Julio Numhauser y Como pájaros en el aire de Peteco Carabajal.
En 1985 dio a conocer dos álbumes. El primero fue Yo vengo a ofrecer mi corazón, tomando el título de la canción del rockero Fito Páez ("quién dijo que todo está perdido, yo vengo a ofrecer mi corazón"), en el que también se incluyen Razón de vivir de Víctor Heredia y Canción para Carito de León Gieco y Antonio Tarragó Ros. El otro álbum fue Corazón americano, registro del concierto que realizó junto a Milton Nascimento y León Gieco, en el que también participa como invitado Gustavo Santaolalla y Antonio Tarragó Ros.
Como productora, organizó en 1988 uno de los espectáculos más importantes presentados en la Argentina: Sin Fronteras, que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires a las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes.
Ese mismo año Mercedes Sosa y Joan Baez se propusieron realizar juntas una presentación en Santiago de Chile -ambas fueron determinantes en la difusión mundial del arte de Violeta Parra- con el fin de apoyar a las fuerzas democráticas chilenas en la campaña contra el plebiscito convocado por el Augusto Pinochet para decidir si el dictador seguiría en el poder hasta 1997. Ante la intención de las dos cantantes, el régimen militar dictó una orden prohibiendo su ingreso a Chile. Pinochet perdió el referéndum y debió convocar a elecciones un año después, para entregar el poder en marzo de 1990. Ya establecida la democracia, Mercedes Sosa cantaría por primera vez en Chile en 1992, volviendo varias veces desde entonces.
Consagración mundial
En la década de 1990 Mercedes Sosa se consagró como una de las mejores cantantes del mundo y comenzó a ser llamada "La Voz de América".
Continuó dando recitales exitosos dentro y fuera de Argentina, actuando en estadios y en los escenarios más grandes y prestigiosos como el Lincoln Center, el Carnegie Hall donde recibió una ovación de 15 minutos, el Mogador de París y el Concertegebouw de Ámsterdam, el Teatro Colón de Buenos Aires, en el Coliseo de Roma, etc.
En 1992 cantó en Chile en la Quinta Vergara de Viña del Mar, donde inició su actuación con Todavía cantamos de Víctor Heredia, y en el Estadio Chile (en Santiago). Fueron tres actuaciones y en 1993 volvió para intervenir en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. En esta ocasión fue designada por los organizadores del Festival para integrar también el jurado, pero algunos músicos chilenos se opusieron terminantemente a que "una extranjera" pudiera juzgar a los artistas chilenos y Mercedes debió renunciar. En aquel momento el alcalde de Viña del Mar calificó el hecho como un “espectáculo lamentable” para el mundo.
En 1994 representó a las voces de América, en el Segundo Concierto de Navidad realizado en la Sala Nervi del Vaticano, una iniciativa por la paz del papa Juan Pablo II que se inició en 1993 y que se volvió una importante convocatoria cultural global desde entonces.
En 1995 decidió dejar de cantar en su tierra natal, la provincia de Tucumán, debido a la elección del represor Antonio Domingo Bussi como gobernador de la misma y mientras se mantuviera en el poder. El 10 de diciembre de 1999 Bussi dejó de ser gobernador, y 16 días después La Negra volvió a cantar en Tucumán diciendo: "así como decidí hace muchos años no cantar más en Chile mientras gobernara Pinochet, yo decidí en su momento no volver a cantar más aquí mientras gobernase Bussi". En 2008 Bussi fue condenado a cadena perpetua por sus crímenes contra la humanidad.
En 1997 fue una de las 23 personalidades mundiales que formaron la Comisión de la Carta de la Tierra, en representación de América Latina y el Caribe. En esa calidad firmó la primera versión de la Carta de la Tierra.
Ultimos trabajos
Mercedes Sosa en 2008, en Heredia (Costa Rica), en uno de sus últimos conciertos, con su tradicional poncho rojo, característico del noroeste argentino.
El 28 de enero de 1997 Mercedes Sosa cerró el Festival de Cosquín incorporando a Charly García, uno de los emblemas del rock argentino. El hecho fue motivo de discusiones entre quienes sostienen una versión más acotada de la música folklórica y aquellos que la visualizan más relacionada con los diversos géneros que integran la música popular. Ambos artistas interpretaron Rezo por vos, Inconsciente colectivo, De mí y la versión rockera de García del Himno nacional argentino y recibieron una ovación, conformando una de las noches históricas del festival. Mercedes Sosa por su parte anunció en ese momento su decisión de no volver a Cosquín, agotada por las polémicas
Mercedes Sosa y Charly García mantuvieron una estrecha relación de amistad y grabaron ese mismo año de 1997 el álbum Alta fidelidad, enteramente dedicada a las canciones del rockero. Al finalizar la grabación Mercedes fue afectada por una depresión aguda la llevó al borde de la muerte durante varios meses.
Le llevó casi un año recuperarse. El disco de aquel regreso se tituló Al despertar y fue producido por el Chango Farías Gómez, uno de los músicos claves del boom del folklore argentino, ganando el Premio Gardel al Disco del Año. El disco incluye dos canciones dedicadas a ella: Almas en el viento ("Si no hay palabras en tu dolor, yo seré el canto, seré tu voz") de su pianista Popi Spatocco y Al despertar de Peteco Carabajal, que da título al álbum. Se incluye también el tema Indulto de Alejandro Lerner, una crítica a las leyes de impunidad que cerraron los juicios por crímenes de lesa humanidad. Volvió a dar conciertos multitudinarios en la Argentina y volvió a girar por el mundo.
En 1999 Sosa grabó la Misa Criolla de Ariel Ramírez, una famosa obra de entrecruzamiento entre música académica y folklorica argentina, dedicándosela a su madre. Más allá de lo artístico, el hecho llamó la atención debido a la condición de agnóstica de la cantante. Mercedes aclaró entonces:
Durante toda mi vida las dos hemos tenido respeto: mi madre por mi ideología, y yo por su creencia religiosa. Nunca ella me ofendió a mí ni yo ofendí a mi madre, ni a ningún creyente. Nunca jamás canté ninguna canción en contra de Dios, y creo que eso fue gracias a mi madre. Por eso la dedicatoria.
Ese mismo año de 1999 realizó un recital junto a Luciano Pavarotti en el estadio del Club Boca Juniors de Buenos Aires en el que cantaron a dúo dos temas: Caruso, de Lucio Dalla y la canzonetta napolitana Cuore ingrato.
En 2001 grabó Acústico en el Gran Rex, un disco en vivo. En 2002 ideó junto a sus amigos León Gieco y Víctor Heredia Argentina quiere cantar. Mercedes ha dicho que, de los artistas famosos, ella sólo mantuvo una amistad profunda con León Gieco, Víctor Heredia y los integrantes del conjunto chileno Inti Illimani. Las presentaciones incluirían varias giras por el país. Entre 2003 y 2005 tuvo internaciones, deshidrataciones y descompensaciones.
En 2003, su hijo Fabián, quien colaboraba con el empresario Mauricio Macri en su campaña electoral para ser Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, gestionó una visita del candidato a la casa de su madre, con el fin de transmitirle el apoyo de aquel a la propuesta de la cantante de crear un Museo de Arte Popular Latinoamericano en la ciudad, iniciado con una gran donación suya de objetos artísticos de gran valor. La visita, sin embargo fue manipulada políticamente y se informó falsamente que Mercedes Sosa había apoyado la candidatura de Mauricio Macri, un político con una ideología diametralmente opuesta a la que sustentara la cantante durante toda su vida. El diario La Nación presentó la visita con una foto de Macri tomando de la mano a Mercedes, bajo el subtítulo de "Elecciones en la Capital: las otras alianzas" e informando que "la cantante le expresó su apoyo en la carrera política".
Mercedes Sosa se enojó mucho, retiró su ofrecimiento y desmintió su apoyo a Macri, informando publicamente que en las elecciones presidenciales había votado por Néstor Kirchner. Sin embargo los medios de comunicación casi no informaron sobre su desmentida y persistió la creencia errónea de que Mercedes Sosa había apoyado a Macri.
En 2003 fue invitada por la pianista de música académica Martha Argerich a realizar juntas un recital en el Teatro Colón. Mercedes Sosa lo consideró un honor no imaginado y manifestó que sus mayores sueños eran cantar con Mina o Carlos Santana, pero que la invitación de una concertista del nivel de Argerich superaba todas sus expectativas: "esto es como un sueño". El concierto se realizó el 7 de septiembre de ese año e incluyó también a la Camerata Bariloche y el guitarrista Eduardo Falú. El concierto cerró con Marta Argerich y Mercedes Sosa realizando juntas cinco canciones: Allá lejos y hace tiempo de Ariel Ramírez y Armando Tejada Gómez, Canción del árbol del olvido de Alberto Ginastera y Fernán Silva Valdés, Las cartas de Guadalupe de Ariel Ramírez y Félix Luna, El Alazán de Atahualpa Yupanqui y Alfonsina y el mar, también de Ramírez y Luna.
El año 2005 fue su gran regreso con un disco despojado, Corazón libre, editado por el sello alemán Deutsche Grammophon y con producción y dirección artística del Chango Farías Gómez. El álbum toma el título de una canción de Rafael Amor ("los únicos vencidos corazón, son los que no luchan"). Mercedes Sosa ya había cantado el tema dos veces: en 1989 junto al propio Rafa Amor y Alberto Cortez en el álbum de aquel también titulado Corazón libre y en 2000, en la placa Amor, del poeta. El álbum cuenta también con una versión de la clásica zamba Tonada del viejo amor, de Jaime Dávalos y Eduardo Falú, cantada a dúo con éste último, quien también interpreta la guitarra. La placa obtuvo un Premio Grammy Latino y el Premio Gardel en la Argentina.
Volvió a los escenarios y por sus problemas de salud comenzó a cantar sentada. Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde canta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos, y cierra con el himno nacional argentino. Al momento de morir, el álbum estaba nominado para el premio al mejor álbum del año en los Premios Grammy Latinos 2009.
Colaboraciones
Siguió siempre ampliando su repertorio, y grabando en varios estilos. Fue convocada por artistas internacionales como:
Alfredo Kraus, Alejandro Lerner, Andrea Bocelli, Beth Carvalho, Caetano Veloso, Cecilia Todd, Chango Farias Gomez, Chango Spasiuk, Chico Buarque, Daniela Mercury, David Broza, Franco de Vita, Gal Costa, Ismael Serrano, Joan Baez, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Jorge Drexler, Julieta Venegas, Kleiton & Kledir, Lila Downs, Luciano Pavarotti, Lucio Dalla, Luiz Carlos Borges, Luz Casal, Milton Nascimento, Nana Mouskouri, Nilda Fernández, Quilapayún, Pablo Milanés, Raimundo Fagner, Rubén Rada, Silvio Rodríguez, Shakira, Sting, Tania Libertad, entre otros.
También colaboró, en diversas oportunidades, con músicos y artistas argentinos como:
Alberto Cortez, Alfredo Alcón, Antonio Agri, Antonio Tarragó Ros, Ariel Ramírez, César Isella, Charly García, Claudia Puyó, Cuarteto Zupay David Lebón, Diego Torres, Domingo Cura, Eduardo Falú, Fernando Cabarcos, Facundo Ramírez, Fito Páez, Gustavo Cerati, Gustavo Cordera, Gustavo Santaolalla, Hilda Lizarazu, Horacio Guarany, Jaime Torres, José Colangelo, Julia Zenko, León Gieco, Leopoldo Federico, Liliana Herrero, Los Andariegos, Los Chalchaleros, Luciano Pereyra, Luis Alberto Spinetta Luis Salinas, Marcela Morelo, María Graña, Mariano Mores, Nacha Roldán, Oscar Cardozo Ocampo, Osvaldo Berlingieri, Pedro Aznar, Peteco Carabajal, Piero, Popi Spatocco, Roberto Goyeneche, Rodolfo Mederos, Soledad Pastorutti, Teresa Parodi, Vicentico, Víctor Heredia, etc.
Reconocimientos
De los reconocimientos que ha recibido sobresale el Gran Premio CAMU-UNESCO 1995, otorgado por el Consejo Argentino de la Música y por la Secretaría Regional para América Latina y el Caribe, del Consejo Internacional de la Música de la UNESCO, el Martín Fierro 1994 al mejor show musical en televisión.
También el Premio de la UNIFEM, organismo de las Naciones Unidas que la distinguió por su labor en defensa de los derechos de la mujer; Konex de Platino 1995 a la Mejor Cantante Femenina de Folklore y Konex de Brillante a la Mejor Artista Popular de la Década. También recibió otra distinción, esta vez del Consejo Interamericano de Música de la OEA (Organización de los Estados Americanos).
Ese año fue además incluida por la Secretary-General United Nations Politic World Conference on Women, en la colección discográfica denominada Global Divas.
Fue condecorada con honores en el año 2005 por el Senado argentino con el premio Sarmiento en reconocimiento a su trayectoria artística, su compromiso social y su constante lucha en materia de derechos humanos. También ganó premios Grammy Latinos y Premios Gardel.
En 2008, fue nombrada por el gobernador Celso Jaque como embajadora cultural de Mendoza junto al grupo Karamelo Santo. También se desempeñó como Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO para Latinoamérica y el Caribe.
Muerte
El 18 de septiembre de 2009 ingresó al Sanatorio de la Trinidad, ubicado en el barrio de Palermo en Buenos Aires, debido a una disfunción renal, la cual había evolucionado negativamente hacia una falla cardiorrespiratoria. Padecía desde hace más de treinta años de mal de Chagas-Mazza según su doctor personal. Su estado de salud se volvió crítico el 2 de octubre de 2009; a partir de entonces, el cuadro de salud de la artista de 74 años se había deteriorado, habiendo sido inducida a un coma farmacológico. Su organismo se deterioró con el correr de las horas, hasta desencadenar su fallecimiento a las 5:15 de la mañana (hora argentina) del 4 de octubre de 2009.
Sus restos fueron velados en el Congreso Nacional de la Argentina, personalidades políticas encabezadas por la presidente de la Nación, ministros, religiosos, artistas que tuvieron que ver con ella a lo largo de su vida y una multitud de personas visitaron en el Salón de los pasos perdidos su féretro.
El lunes siguiente se decretó duelo nacional por tres días, y una multitud acompañó o saludó con flores a su paso al cortejo fúnebre hacia el cementerio de la Chacarita, donde su cuerpo fue cremado según su deseo para repartir sus cenizas en tres lugares amados por ella: Tucumán, Mendoza, y la ciudad de Buenos Aires.
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